Pagó más de 13.000 u$s por parecerse a su hija

Tienen el pelo largo y rubio, son delgadas, piernas esbeltas y sin esfuerzo pueden pasar por hermanas.

Janet y Jane Cunliffe se ríen de aquellos que se horrorizan y en cambio, difrutan que los hombres les digan piropos y las confundan, algunos hasta piensan que son gemelas.

Jane es apenas un poco más alta que su madre, quien no se reprimió en gastar más de 14 mil dólares para rejuvenecer casi 20 años.

Janet no soportó verse eclipsada por la belleza joven de su hija, y ante ese disguto no dudó en verse como pretendía.

"yo pienso que en primer lugar mi hija se parece a mí", dice Janet.

"Tuve buenos genes y buena piel, simplemente necesitaba una mano para hacerme sentir mejor conmigo mismo".

Janet decidió preocuparse por su estética cuando cumplió los 30, según cuenta, se sintió "desconsolada por su apariencia".

"Al igual que cualquier mujer que haya tenido hijos, la gravedad había empezado a hacerse sentir en mis senos," dice.

A los 40 años, Janet se divorció y se mudó a España y comenzó a trabajar como secretaria en un nuevo negocio.

Pero a pesar de los nuevos pechos, Janet sentía que aún debía hacerse más cambios, y así comenzó el operativo de rejuvenecimiento.